El corazón es un órgano muscular que se encuentra en el centro del torax. Su función es la de bombear la sangre, y por tanto nutrientes y oxígeno, a todo el cuerpo y traer de vuelta los productos de desecho.
Frecuentemente considerado el órgano más importante del cuerpo humano, el corazón es fundamental para la vida y la salud; sin el bombeo del corazón, la sangre no puede moverse a través del cuerpo.
Un corazón sano aporta al cuerpo la cantidad de sangre necesaria, y a la frecuencia requerida, para la actividad que esté realizando en ese momento. Si el corazón se encuentra debilitado por una enfermedad o lesión, los órganos del cuerpo no recibirán sangre suficienta para funcionar con normalidad.
Cuando el corazón bombea sangre a las arterias, crea un pulso que puede sentirse en las arterias cercanas a la piel.
El pulso cardiaco aumenta en respuesta a la necesidad de oxígeno y nutrientes del cuerpo, e.j.: cuando se realiza ejercicio, o cuando eres perseguido por un león y necesitas correr por tu vida (respuesta de lucha-huída).
La frecuencia cardiaca es uno de nuestros signos vitales y se define como el número de veces por minuto que nuestro corazón late o se contrae.
- La frecuencia cardiaca varía, tenemos una frecuencia cardíaca en reposo, que como su nombre indica, es el ritmo al cual el corazón late cuando estamos relajados
- La frecuencia cardiaca se incrementa con el esfuerzo, con el objetivo de proveer de más oxigeno y energía para la actividad que se esté desempeñando.
La frecuencia cardíaca puede dispararse de forma drástica como respuesta a la adrenalina, preparándonos así para la reacción de "lucha-huida".
La adrenalina es una hormona que también se conoce como epinefrina.
Cuando estamos asustados o sorprendidos, nuestro corazón automáticamente aumenta su frecuencia cardiaca como respuesta a la adrenalina que se experimenta, preparándonos así para usar más oxigeno y energía en la reacción de lucha-huida.
Las arterias que corren cerca de la superficie de la piel de la muñeca y cuello permiten que el pulso sea palpable en esos puntos.
Sencillamente ponga dos dedos en la muñeca y presione suavemente hasta que pueda sentir el pulsoEncuentre a continuación un recordatorio de cómo tomar el pulso y la frecuencia cardiaca:
Para tomar el pulso: con la palma de la mano hacia arriba, coloque dos dedos (índice y corazón) sobre la muñeca, notará el pulso en el zona que está en línea con la base del dedo pulgar.
El pulso también se puede tomar en el cuello, presionando suavemente los mismos dos dedos en los surcos que se encuentran a cado lado de la quijada (tráquea).
Estos son otros puntos donde las arterias corren cerca de la superficie de la piel, sin embargo es menos fácil sentir el pulso:
- Detrás de las rodillas
- En la ingle
- En las sienes
- En la parte superior de la cara interna del pie.
Frecuencia cardíaca normal en estado de reposo
Los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos han publicado una lista de las frecuencias cardiacas que se consideran como normales en reposo. Se afirma que el pulso se hace progresivamente más lento con el paso de la infancia a la adolescencia.
La frecuencia cardiaca normal en estado de reposo para los adultos (incluyendo adultos mayores y niños de 10 años en adelante) es:4
- Entre 60 y 100 latidos por minuto.
Atletas y deportistas con entrenamientos intensos pueden experimentar una disminución en la frecuencia cardiaca en reposo (siendo esta inferior a 60 latidos por minuto) pudiendo llegar hasta 40 latidos por minuto.
La siguiente lista nos muestra cómo la frecuencia cardíaca (en latidos por minuto) se reduce gradualmente a través de los años de infancia:4
- Primer mes de vida: 70-190
- Entre uno y once meses: 80-160
- Entre uno y dos años de edad: 80-130
- Entre tres y cuatro años de edad: 80-120
- Entre cinco y seis años de edad: 75-115
- Entre siete y nueve años de edad: 70-110
- A partir de los diez años de edad y en adultos: 60-100
- Atletas bien entrenados: 40-60 latidos por minuto.
La frecuencia cardíaca normal experimenta variaciones que se consideran normales, como cuando aumenta en respuesta a ciertas condiciones incluyendo el ejercicio, la temperatura corporal, la posición del cuerpo (como ocurre durante un breve periodo de tiempo al incorporarse rápidamente) y las emociones (como la ansiedad y la excitación).5